Imagen 1, descripción en el texto. |
Día a día los seres humanos, al igual que muchas especies animales nos movemos utilizando nuestros músculos de forma voluntaria, este mecanismo está mediado por una actividad eléctrica característica de estos tejidos. La anguila eléctrica (Electrophorus electricus) que habita tanto en la cuenca del Amazonas como en la del Orinoco, ha modificado algunos de estos músculos para que, -en vez de generar movimiento- generen una potente descarga eléctrica que puede alcanzar valores tan altos como los 600 voltios actuando en conjunto, nótese que a partir de esta cifra hay un gran riesgo de producir daños fatales en el hombre y que en un medio en que la piel está mojada la resistencia a la corriente eléctrica es muy baja, lo que hace muy efectiva esta herramienta eléctrica del animal sobre presas de menor tamaño.
Los músculos esqueléticos modificados se denominan electrocitos, y estructuralmente son aplanados conformando columnas ordenadas de miles de electrocitos, estas columnas a su vez dan origen al órgano eléctrico que puede contener entre 50 y 1000 de ellas. Una de las características de estos electrocitos es que han perdido el sarcómero casi por completo lo que tiene como consecuencia su incapacidad para contraerse. Los electrocitos poseen una inervación colinérgica, se activan a través de canales nicotínicos postsinápticos y utilizan la acetilcolinesterasa para la hidrólisis de la acetilcolina, lo que se traduce en una activación rápida y simultánea de estas células, además de ratificar sus similitudes con el músculo esquelético del cual derivaron.
Estos órganos eléctricos no son característicos de las anguilas, existen otras especies de peces que poseen dicha capacidad de generar electricidad y ha evolucionado de forma independiente en ellos, de hecho, se estima que esta habilidad evolucionó de forma independiente como mínimo seis veces. Esto se hace más evidente cuando se observa que los órganos eléctricos se encuentran en posiciones musculares muy diferentes entre las especies que los poseen.
En la imagen 1 se aprecian en (1), el órgano eléctrico principal de la anguila, y los órganos eléctricos accesorios (órganos de Sach y de Hunter). en (2, arriba), un corte transversal de la anguila muestra la disposición anatómica interna en relación a otras estructuras. Y en (2, abajo), se observan a nivel celular los electrocitos, su tejido aislante y su organización en columnas (uno sobre otro).
(La imagen fue extraída del texto Hill de Fisiología Animal, al igual que buena parte de la información).
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